by Jesús Morales Serrano... Con la tecnología de Blogger.
domingo, 5 de agosto de 2012

De la teoría del dolor y la libre expresión

Leave a Comment

   Hoy escribo desde el enfado bloggers. No suelo medir mi estado de ánimo en estas circunstancias, pero sé que hoy estoy enfadado y es de justicia que lo sepáis.

  Antes de narraros los desencadenantes, quiero compartir con vosotros una teoría que he desarrollado para la ocasión. La he bautizado "Teoría del dolor" pero siendo puristas ha de ser llamada "del mal estar" para diferenciar el dolor de los otros dos elementos básicos que integran mi diagrama. La teoría, como las grandes teorías, requiere de círculos secantes, para el caso, ilustrativos de los estados anímicos que rodean al dolor.




   La realidad que intento exponer es que se puede estar dolido sin por ello sentir enfado o tristeza, y del mismo modo para los adyacentes. Así con el dolor, me encuentro con personas que bien por falta de carisma o un bloqueo emocional son incapaces de exhibir otro sentimiento distinto al dolor, quizás es más frecuente en el dolor físico por la fuerza de la psique que arrastra una cadena de sentimientos.

   El dolor, como la tristeza y el enfado, puede presentarse en distintas formas, o gamas de color, según se ahonde en su profundidad. Por ejemplo, si pensamos que el color de la tristeza estándar es el amarillo, ésta se moverá desde un pálido con el mal examen a un tostado casi negro por la muerte del ser querido.

   He querido cerrar los círculos del mal estar con la posibilidad de contingencia entre ambos lo que se saldaría en conductas:

a) Melancólicas, para la combinación de tristeza con dolor.
b) Rencorosas, para tristeza con enfado.
c) Irascibles, para dolor con enfado.

   La teoría se completa con el ánimo MM (Muy Malo) que sería la fusión de los tres básicos anteriores. Me he visto incapaz de adjetivar esta emoción pues creo sinceramente que nunca la he sentido y, aún más, me atrevería a decir que muy poca gente lo ha hecho. 

   Pienso que debe ser un sentimiento de ruptura abrumadora y extrema conmoción. Sólo adivino a asociarlo con la madre que sobrevive a sus hijos.

   Volviendo a mi historia, os comentaba que hoy estoy enfadado, y lo digo con esta propiedad. En una escala de color que ha ido evolucionando desde el rojo fuego del shock inicial hasta el magenta edulcorado pasadas unas horas.

   Todo comenzaba esta mañana cuando abría, como es mi costumbre, los diarios digitales del país y me sorprendía al descubrir el despido de Xabier Fortes, periodista y conductor del formidable magazín "La Noche en 24 horas". Uno de esos debates en que, todavía hoy, el espectador puede disfrutar sin temor a la aparición de la nausea.

   Un programa ágil e imparcial que, dejando a un lado galardones, fue trazado con acierto y sin temor a la censura por Vicente Vallés. Xabier fue un orgulloso continuista, manteniendo vivo un formato que merecía estar en parrilla y en prime time.

   El disgusto por la salida de Xabier no ha sido sino el preámbulo al que estaba por venir.

   Hacia el mediodía he conocido el despido de Ana Pastor. Un despido que ha sido vendido burdamente por una, tan nueva como irreconocible, RTVE que declaraba el rechazo de la periodista al cambio de programa y de horario. Después de seis años de dedicación en la pública, hoy Ana ha debido sentir vergüenza de la que ha sido su casa (un fallo dejar fuera de la teoría del dolor a la vergüenza).

   Me atrevo a decir sin ambages que Ana Pastor es una de las mejores y más críticas periodistas de nuestro país. No conociendo de partidos, ejerció su profesión del modo más cercano al espectador y libre de ataduras éticas o estéticas fue abanderada de la libertad de expresión.

   Libertad de expresión que hoy se pone en jaque en un país que anda sin rumbo y atontado por la economía se permite despedir por la puerta de atrás a Xabi y a Ana.

   Ambos mantuvieron su integridad a salvaguarda en todo momento, y no me cabe duda que los dos, Profesionales, no encontrarán obstáculo alguno en el hallazgo de ofertas de empleo. Pero nunca será lo mismo porque reunidos en el medio público nos hacían cómplices de una información elaborada y conocida por y para todos.


... y ese es el motivo por el que paso del enfado a la tristeza y de ésta a la melancolía.
Socialize It →
Subscribe Us by Email and Get Free Updates

Other Interesting Posts :

0 comentarios:

Publicar un comentario

© 2014 All Rights Reserved.
Diente de león | Distributed By Free Blogspot Templates | Designed By BloggerHero