by Jesús Morales Serrano... Con la tecnología de Blogger.
viernes, 12 de julio de 2013

Haciendo un paréntesis.

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   Se come las calles el corredor que ha pasado esta tarde junto a tu ventana, no tiene miedos ni conoce el destino, el objetivo es ser más fuerte y en el camino, el trance más duro y por el que merece la pena seguir adelante, se conoce mejor a sí mismo. Será cosa de caminos... cantaba el inolvidable Serrat aquello de que no existen y recordaba al caminante que el camino se hace al andar. Que en la vida hay obstáculos, qué duda cabe, es quizás lo que convierte a nuestro paso por el mundo en una experiencia mucho más interesante y hermosa, igual que la buena novela no es narrada sin obviar el dolor y la pena, y desde luego no es perdida por anodina e insustancial. 

   En esta calurosa mañana de doce de julio me ha llamado mi amiga Isabel, me encantan sus llamadas porque me recuerdan el curso en Madrid en que suele contarme sus dudas, confidencias y avatares, yo que la quiero mucho suelo escucharla, a veces impresionado, con gran interés y cariño. Esperando noticias de su viaje a Lanzarote, he comprendido que hoy el motivo que traía la conversación era diferente, sólo al descolgar ya notaba en el deje de su voz un inconfundible y extraño roce de amargura, del todo infrecuente en nuestras conversaciones desenfadadas, me ha confesado que nuestro amigo Javi atraviesa un duro momento personal y es que su hermana Cristina padece leucemia.

   De inmediato me he puesto en contacto con él, un chico del que puede leerse sinceridad en la mirada, hoy que no podía verle imaginaba ternura en sus ojos castaños al otro lado del teléfono, y le he encontrado fuerte, optimista y entregado. Él, que posee una extraordinaria calidez pese a su fría procedencia astur, que es una buenísima persona, está feliz en la adversidad porque puede abrazar a su hermana y sentir con ella, quizás como nunca antes, el despertar de los días. 

"Atardecer en Salinas" de Miguel del Pozo http://www.flickr.com/photos/mdelpozog/6921587232/

   Mi sorpresa era mayúscula cuando ambos me han contado del blog que elabora Cristina, yo que cuento entre mis pocas aficiones la escritura, me he enamorado ipso facto del relato de esta chica. Es tan grande su sensibilidad que se me escapan las palabras para hablar de su diario. Sólo puedo dejaros el link e invitaros a todos a que la conozcáis y compartáis con ella vuestro cariño y experiencias.


   Mi blog, que nunca ha tenido grandes pretensiones, se hace muy pequeño cuando leo el relato sincero del Paréntesis de Cristina, ella y su diario son inmensos desnudando esa gran historia que protagonizan fortaleza y superación. Su blog es para la autora una vía de escape, un punto de evasión en que refugiarse de la soledad y el tedio de las salas de espera y operaciones, pero sobre todo es una muestra de generosidad con todo aquél que como ella atraviese esta coyuntura, el que padezca leucemia u otra enfermedad, cancerígena o no, y no tenga hermanos y familia a quien abrazarse y en quien confiar. Es un buen modo de acercar su historia al mundo y el mundo a su historia, en la manifestación probablemente más bonita que presenta la red. 

(...) 


   Vuelves a mirar a la ventana y ya es de noche, el corredor regresa exhausto, y regresa, aunque lo encuentres igual comprenderás que no es el mismo, en el camino ha crecido con los retos, ilusiones y lágrimas que se han presentado, ha crecido consigo... y ahora que se aleja, adivinas a reconocer la sombra de Cristina que sigue corriendo con valentía cargada de cariños y de sueños.  


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jueves, 4 de julio de 2013

Una de espías

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   Este año el verano se ha dejado querer, no ha llegado tan pronto como de costumbre ni tampoco con su precisión habitual... recuerdo la última granizada en mi pueblo manchego, muy lesiva para ciertos cultivos e insólita en el mes de mayo. Tan pronto como el mercurio se ha elevado de forma meteórica hasta rozar los cuarenta grados a la sombra, el mismo que antes reivindicaba un verano interminable es también el primero en denostar el nuevo clima. El inconformismo climatológico me pone de mal humor, sólo aquellos que, como el agricultor, tienen motivos vitales para esperar que el tiempo mejore o cualquier otro cuando da lugar a catástrofe natural, consiguen que el tema de conversación merezca algo de atención. En cualquier caso, el verano es por lo general una estación alegre y además suele ser propicia para que enseñemos nuestra mejor faceta, la más natural, paradójicamente la más fresca. Nos dejamos querer por el verano. 

   El poder del rayo de sol está infravalorado, no sólo nos muestra al mundo con la cara bronceada, es capaz de esclarecer todo aquello que aparece confuso en la sombra, ni siquiera el polvo que queda suspendido en el aire sucumbe a su efecto. Esta breve historia no puede relatarse sin comenzar narrando el papel que tuvo Snowden, el personaje que alcanzó la proeza de emular aquél rayo de sol para filtrarse a los rincones más oscuros y verter en ellos una claridad que no todos anhelaban.

   Snowden es un chico joven que hasta hace unos meses se ganaba la vida trabajando para las agencias de inteligencia de su país, ello le dio acceso a datos altamente confidenciales cuyo contenido, por diversas razones políticas o judiciales entendidas prioritarias al concurrente interés público, no es fruto de difusión. Quien tiene el conocimiento tiene el poder y en aquél momento Snowden, a diferencia de sus compatriotas, tenía una parte de ambos. Pudo guardar silencio y seguir viendo remunerado su trabajo, (con una buena cifra de 200.000 dólares anuales no parece mala alternativa) por el contrario, y sin entrar a valorar la bondad de su actuación, prevaleció su integridad y se llenó de valor cuando consideró que la información que pasaba entre sus manos a diario lesionaba los derechos de sus implicados y que por lo tanto debía ser conocida.

   La información de la que dio noticia a The Guardian es el resultado del espionaje realizado por tales agencias estatales a ciudadanos e instituciones extranjeras, puede que en su filtración desentrañara la razón del secretismo, el Gobierno de Estados Unidos quiere el poder y éste sólo se consigue a través del conocimiento. 

   A partir de aquí comienza el nudo de la historia: una vez se revelan los datos comienzan las reacciones. La fiscalía le imputa una serie de delitos y él decide fugarse en busca del auxilio de alguna jurisdicción amiga que evite un juicio no imparcial; quienes padecieron el espionaje y muy notablemente las instituciones de la Unión Europea encabezadas por Alemania, se encuentran defraudadas al comprobar desconfianza en las pesquisas del aliado norteamericano. Por su parte, muchos dirigentes iberoamericanos y la Rusia de Putin, países que tradicionalmente no le guardan tal estima, no descartan la posibilidad de dar cobijo al fugado.

   La trama se complica aún más cuando algunos de los últimos espectadores dejan de serlo y como actores van tomando partido. Es el punto de inicio de una micro historia, paralela a la primera, protagonizada por el presidente boliviano Evo Morales, quien habiendo realizado un viaje transoceánico desembarca en Moscú para debatir estrategias comerciales con los líderes de los países exportadores de petróleo, dejando a un lado el contenido de la reunión que es intrascendente en nuestro relato y supondremos anecdótico y amable. Lo cierto es que el destino es caprichoso y quiso que en esa misma ciudad, en Moscú, se encontrase el joven fugado (al menos esa era la hipótesis que se barajaba en los medios) y en esa madeja especulativa que Estados Unidos viese en el viaje de Morales un gazapo para trasladar a Snowden a la tranquila Bolivia, ello obligó al gobierno de Obama a solicitar de sus socios de la Europa occidental una rápida intervención sobre el avión oficial boliviano.

   Fue entonces, en la madrugada del tres de julio, la tripulación del vuelo con salida Moscú y destino La Paz sobrevolaba Austria cuando el comandante recibió noticia de que el espacio aéreo francés se había cerrado y con él el italiano, el portugués (cuyo ministro de exteriores pedía la dimisión poco antes) y el español. Inmovilizado en Viena el pobre Morales no pudo más que criticar al imperialismo yanqui, mientras los suyos dramatizaban diciendo que su vida corría peligro, aprovechando la coyuntura el astuto embajador español quiso hacerle una visita para compartir un café en el interior del avión, pues si el fugitivo se encontraba dentro, bastaría con llamar a las fuerzas de seguridad para hacer efectiva una sencilla orden de extradición y dejar el problema resuelto. Morales cada vez más ofendido no cedió y hubo de esperar unas cuantas horas hasta que España autorizara su escala en Canarias, mientras tanto los avenidos socios del UNASUR encabezados por Kirchner preparaban la recepción del líder  boliviano, y una reunión extraordinaria en que encontrar una posición común.





   Hasta aquí el entramado de una historia de espías que aún no ha terminado, quedará pendiente no sólo esa reunión entre los líderes sudamericanos también el posible juicio a Snowden (mediando o no extradición) o su más probable asilo político.

   Dicen los buenos procesalistas que estar imputado, y por lo tanto poder llegar a ser enjuiciado, es un deber y también un derecho. Cuando Snowden rechaza el ejercicio de la justicia, más allá de eludir un compromiso ciudadano, está impidiendo tomar posición y por lo tanto defender la legitimidad de su actuación en sede judicial, que es donde debe resolverse en un Estado de derecho este tipo de controversias.

   Por otro lado, me parece brillante la conclusión que alcanza el presidente boliviano a su llegada a La Paz aunque no comparto su discurso post-revolucionario, los estados europeos mayoritariamente traicionados por el aliado norteamericano (que sólo inmuniza a Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y Canadá) espiados y vulnerables siguen rindiendo pleitesía, alienando sus posiciones en defensa y política internacional.   Deseable aquiescencia, que pudo ser y no fue, de los países mediterráneos hacia el hombre que desveló que su aliado atlántico siempre ha guardado reservas hacia el proyecto europeo.

   El luminoso poder de Snowden, dejando a un lado la red de espionaje que ya adelantó Wikileaks, evidencia que en el mundo, pasadas dos décadas de la caída de la Unión Soviética y el término de la Guerra Fría, permanece dividido en dos grandes bloques de estados afines que amenazan con la colisión de un momento a otro. Aunque también es posible que todos estemos equivocados y que en la estrategia estadounidense haya mayor complejidad y secreto del aparente, que el objetivo de los gobiernos del norte y sur del continente americano no sea tan diferente... idea pasajera y retorcida, quizás oculta en los archivos del Pentágono, en que el acercamiento a Europa obedece al sometimiento por la voluntad de los pueblos colonizados a quienes se deshicieron de su historia.

(...)

   Mientras redacto esta entrada Egipto concluye con su primer y breve periodo democrático y se aventura en una experiencia novedosa mezclada de incertidumbres y esperanzas, que lo haga a partir de un golpe de Estado es para la mayor parte de egipcios un coste asequible. En mi opinión lo más importante no es restaurar un sistema democrático de inmediato, pues cabe la posibilidad, dada la tradición y su cultura, de que este país (democráticamente) no desee organizarse políticamente de este modo, hoy lo esencial es salvaguardar los derechos fundamentales de sus gentes.

   Cierro esta entrada de espías con la voz de uno de los más grandes del doblaje, él habría estado a la altura para representar a cualquiera de nuestros protagonistas, la de Constantino Romero, que fallecía el doce de mayo y sólo unos días antes escribía estas palabras en su cuenta de Twitter:

Y estamos a 30 de Abril cumplido

Mañana entra Mayo, hermoso y florido

Mayo, Mayo, Mayo

Bienvenido seas

Que con tu venida

Las flores se alegran


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