Cuando todo lo que hay alrededor es océano y los compañeros de viaje no saben faenar el barco, es natural que cunda la sospecha fundada de que se halle en paradero desconocido. El problema es añadido si el destino se ignoró hace ya algún tiempo. Al mirar el rostro cansado del perdedor en el espejo, se observa con tristeza que ya no empuña la mano a la rosa, ahora deshojada y marchita. Sale a cubierta, y una lágrima recorre su mejilla al ver volar una gaviota sobre su cabeza.
(...)
Nuestra historia gira entorno a un hombre: José Luís Rodríguez Zapatero. Denostado por buena parte de la opinión pública, y desconsiderado por muchos como la fuente del mal que acaece hoy sobre España.
Zapatero aparece como un hombre utópico, un soñador en tiempos en que le estaba permitido hacerlo, ganó inesperadamente unas primarias frente a Bono y unas elecciones contra Rajoy. Tras su gran sentada ante la bandera estadounidense (aún sin ser presidente) en el desfile del 12 de octubre de 2003, comenzó a gestar la convicción de que España requería de más progresismo, derechos sociales y civiles. Y así lo hizo. Su primera decisión fue la expulsión de las tropas de Irak, (guerra no refrendada ni por la opinión pública, ni por la sociedad, ni por la Iglesia). Aprovechando las vacas gordas se invirtió bastante (y en ocasiones bastante mal), se fomentaron las energías limpias y renovables, en las que nuestro país es puntero, y se dio credibilidad al cambio climático. La labor económica fue, no es ningún misterio, muy mala. Hablan los datos. Incapaces de detener la desaceleración y el desempleo, ocultando la crisis a la opinión pública, incorporando paquetes de medidas absurdas y sucumbiendo al neoliberalismo alemán.
Especial mención merece el apartado de radiodifusión en la época ZP que, bajo mi punto de vista, llegó a constituir su talón de Aquiles. Su concepción aperturista del marco digital, no sólo favoreció la libertad de expresión, llevó aparejado el lavado de imagen de una sesgada RTVE,
convirtiéndola en la más plural y libre de su historia. Benefició en el camino a sus dos
grupos afines (Prisa y Mediapro), terrible error político y económico, que devino en doble quiebra (encubierta con las absorciones de Cuatro y La Sexta) demostrando la escasa solidez de sus proyectos y gestores. Con todo, la consecuencia inmediata fue la aparición exponencial de un numeroso grupo de medios que mantenían diariamente más de una decena de tertulias en
distintos programas y cadenas de televisión y radio, la mayoría de reciente
incorporación, en que más que debatir se compartía la postura (no entro a discutir si acertada o no) de que lo
malo es lo que partía del Gobierno.
No perdió en las urnas pero fue humillado en las ondas.
No perdió en las urnas pero fue humillado en las ondas.
Antes de él, un grupo de hombres que hicieron que la llama que dio vida al partido no se apagara en sus más de cien años de vida. Soportando el exilio de la posguerra, permitieron (como apuntaba con Fraga Iribarne) la incorporación del electorado socialista al juego democrático que empezó en el 78. González no sólo es el reflejo de esa lucha, es el gran beneficiado por la misma quien, con sus luces y sus sombras, trajo el Estado de Bienestar a España en sus doce años de mandato.
Rubalcaba por su parte, trae el espectro del viejo socialismo, pero habiendo conocido y participado de todos los momentos en la vida del partido. Valiente en su decisión (desconozco si impuesta) de acudir a unas elecciones perdidas de antemano. Vive su era dorada en el último gobierno, donde no sólo fue "cabeza" del Ministerio del Interior, pienso, fue el gran artífice del fin de la violencia armada de la banda terrorista ETA el pasado veinte de octubre.
Chacón, de la corte ZP y con el mismo aire reformista, no tanto en España como en su formación política (el PSC). El auge femenino y la igualdad institucionalizada de sexos la elevó al Ministerio de Defensa, dejando tras de sí la imagen de la mujer embarazada al frente de los ejércitos de nuestro país. Iñaki Gabilondo sentenciaba hace unos días que la catalana está escondiendo, en este tiempo de primarias, el amor por su tierra, para no dar una imagen demasiado alejada de Ferraz y Madrid. Si la apreciación es correcta, no puede dejar de parecerme triste.
Después de Zapatero: Chacón y Rubalcaba aparecen en realidad como dos
piezas de ajedrez, a las que hay que sacrificar si se quiere continuar
con la partida. El problema no está en el líder, y es ahí donde el
partido debería entrar a reflexionar, está enteramente en las bases.
Está en una política cada vez menos socialista y menos obrera, está en
una saga fugaz, pero bien visible, de políticos poco preparados, con
escaso conocimiento económico o jurídico y, eso sí, con buen bolsillo y
armario ¿dónde quedó el Felipe González de pana? La dificultad en este
nuevo PSOE reside en cómo volver a atraer la atención del votante
obrero, cuyo perfil tradicional es la del hombre y mujer trabajadores,
o la del votante intelectual, con personajes que se enriquecen de un modo tan soez de la vida política como los Barredas y Pajínes... y que ensucian la ya manchada imagen de un partido exhausto.
¿Qué es la política para quienes no conocen la ideología?
¿Qué es la política para quienes no conocen la ideología?